12 mar 2014

Al Trapo, alta cocina informal

Restaurante Al Trapo
En el Hotel de las Letras, en la Gran Vía madrileña, se encuentra el Restaurante Al Trapo. Llevaba tiempo sin estar por Madrid y sin disfrutar de una experiencia como la del pasado sábado. Descubierto por casualidad tras leer una reseña gastronómica en una publicación de cine, me pudo la curiosidad y decidimos no dejar la oportunidad de conocerlo y disfrutar de su cocina.

Paco Morales, chef cordobés que estuvo por los fogones de Mugaritz durante cinco años, es el asesor gastronómico de este restaurante y define su cocina como de "alta cocina informal" No podría estar más de acuerdo.

Me gustó nada mas entrar su comedor, grande con mucha luz natural y muy acogedor, las mesas distintas (redondas, cuadradas, alargadas) y sin mantel, las sillas que me encantaron y además muy cómodas, y la barra al fondo donde se terminan algunos platos y con esa pantalla en la que se van mostrando diferentes platos de la carta. Buenas sensaciones nada mas entrar.

Comedor de Al Trapo
Ya sentados en nuestra mesa me fijé en los platos que me trajeron recuerdos de la niñez, ya que se parecían a unos que tenía la yaya, y con este grato recuerdo abrimos la carta y examinamos detenidamente cada plato. La carta está organizada en secciones "Para comer con las manos y chuparse los dedos, suaves y elegantes, pícaros y picantes, de aquí al lado de la esquina, etc" Me resultó gracioso este detalle, una manera distinta de organizar los platos de la carta, que no es muy extensa algo de agradecer.

Detalle mesa
Mientras pensábamos qué comer nos preguntaron si queríamos alguna bebida de aperitivo pero decidimos pedir ya el vino con el que maridar la comida.  Nos trajeron la carta de vinos, buena selección y reducida, como estábamos indecisos entre dos vinos seguimos la recomendación y optamos por este tinto Mauro del 2011, que no deja de ser un Ribera del Duero pero que al no ser denominación de origen está clasificado como vino de Castilla y León. No soy una experta en vinos, me gustó pero no me entusiasmo, así que lo dejaré en un buen vino sin más, pero os animo a probarlo. Su precio 33 €

Vino Tinto                                                                                         Cava Rosado
Como en este punto ya tenía claro que me iba a pedir la ostra pues que mejor maridaje que una copa de cava rosado. No me acuerdo de la marca, muy bueno y estupenda la opción de poder tomarte una copita.

Mientras esperábamos a que fueran llegando nuestros platos nos agasajaron con este aperitivo que consiste en unas tostadas de pan untadas con aceite y ajo y sobre las que se espolvorea, en mesa, polvo de tomates secos que acompaña un fuet de guijuelo. Qué bueno!!! La mejor manera de abrir el apetito.

Versión del pan tumaca
Y llegó el primero dentro de los "Para comer con las manos y chuparse los dedos" esta ostra natural con cava y escabeche. Por supuesto de un solo bocado, me reconcilio con las ostras que hacía tiempo que no comía por una mala experiencia. Fresca, jugosa, y muy sabrosa, para repetir sin duda.

Ostra natural con Cava y escabeche
A continuación y dentro de "Suaves y elegantes" estas alcachofas salteadas con láminas de tocino ibérico, mahonesa de cebollino y migas crujientes. Se come cogiendo de todo a la vez, las alcachofas muy tiernas, las migas muy crujientes, en conjunto un plato exquisito y el toque de la menta sorprendente, ya que le otorga frescor al plato. Si os gustan las alcachofas, como es mi caso, no dejéis de probarlo.

Alcachofas salteadas con láminas de tocino ibérico, mahonesa de cebollino y migas crujientes
Y llegó el bollo preñado con morcilla sobre una cazuelita de hierro caliente, para mantener la temperatura y dentro también de los "Para comer con las manos y chuparse los dedos". El brioche suave y ligero, la morcilla en su punto, al combinación perfecta. Para chuparse los dedos sin duda.

Bollo preñado con morcilla de Burgos y huevo de codorniz con tocino ibérico
Una presentación original y buena combinación de ingredientes.

Detalle interior bollo preñado
El último que nos quedaba por probar dentro de los platos que habíamos pedido de los "Para comer con las manos y chuparse los dedos" estaba este croistant de centolla y mahonesa de kimchi, espolvoreado con polvo de yogur y presentado en media botella de cristal con piedrecitas de río. El croisant en su punto y el polvo de yogur contrasta con el sabor fuerte del relleno, buena combinación pero no me volvió loca. Para mi gusto no es de lo mejor.

Croisant de centolla y mahonesa de kimchi
Yo me pedí y reitero el YO, este arroz arborio de liebre dentro de los "De aquí al lado, de la esquina" que engloba las carnes. Pensaba que mi acompañante no lo iba a probar porque no le gustan nada los platos de caza, de echo no le he visto comer nunca. Ya me sorprendió que quisiera probarlo, pero me alegró que se decidiera, pero que ya quisiera repetir y repetir me alucinó. Tengo que decir que está de quitarse el sombrero, el punto del arroz, el sabor. Es todo sabor. El contraste de la naranja. Perfecto en su conjunto, uno de esos platos que se quedan grabados en la memoria y que no olvidas. Pero lo mejor, el que nunca había comido ni conejo, ni mucho menos liebre, en un momento de éxtasis va y me dice "Este plato está de llorar" qué más se puede decir.

Arroz Arborio de liebre con naranja al cacao y ali-oli de hongos
El tener que compartir mi arroz me dio la oportunidad de probar el brioche "La France" englobado dentro de los "Tan lejos, tan cerca" Un plato contundente, intenso de sabor, el brioche jugoso y la menta suaviza la fuerza de la papada. Es un plato calórico pero muy rico, con buena presentación.

Brioche "La France" con papada, cacahuetes y teriyaki
Ya no había hueco para más, así que tuvimos que decir que no a probar las tablas de quesos dentro de los "Quesos de aquí y de allá" organizados en ligeros y sutiles, intermedios e intensos. Queda pendiente para la próxima vez. No soy muy de dulce, pero había que probar los postres. Me llamó la atención el de té verde y este pedí. La mousse está hecha con té verde japonés, té matcha de sabor inconfundible, la combinación correcta, resulta un postre ligero y distinto. La mousse me gustó mucho ya que el sabor del té matcha me encanta.

Mousse de té verde, pistacho y cacao al 70%
El otro postre que pedimos fue el bizcocho molasses con helado de plátano caramelizado, yo pensaba que iba a ser muy pesado, pero para mi sorpresa todo lo contrario y sobre todo tenía el punto de dulce justo. Como el dulce no es lo mío siempre suelo pasar de los postres, sobre todo porque algunos resultan excesivamente dulces y claro no me gustan, pero tengo que decir que este no es el caso y que la combinación de ingredientes está más que acertada. Para repetir sin duda.

Bizcocho molasses, helado de plátano caramelizado, crumble de café y granizado de ron
Nos pedimos un té para terminar esta fantástica experiencia y nos obsequiaron con estos algodones de azúcar espolvoreados con cacao y crumble en la base de café. Me hicieron tanta gracia que no puede resistir comerme uno, una vez más volví a mi infancia. Un guiño original para terminar.

Algodón de azúcar con cacao y crumble de café
Que puedo deciros en definitiva, que me encantó el sitio, que el trato que recibimos por parte de todo el personal en todo momento fue correcto, atento y con muchas ganas de agradar. Hace que te sientas a gusto y disfrutes mucho más de la experiencia.  Además tuve una conversación muy agradable con el chef Rafael Cordón, el jefe de cocina, en la que intercambiamos opiniones y nos reímos un buen rato con la anécdota del arroz. Lo recomiendo sin duda por su buena cocina y porque te permite tanto ir a tomar solamente unas tapas, fuera de convencionalismos, o a comer como hicimos nosotros. Repetiremos sin duda, como ya dije en twitter "me tengo que comer la carta entera", porque aún quedan muchos platos por probar, disfrutar y sensaciones que experimentar.


Gracias por la experiencia, por lo bien que comimos, por lo a gusto que estuvimos, en definitiva por el buen sabor de boca y lo bien que lo pasamos a todo el equipo de sala y sobre todo de cocina. Al fin y al cabo se trataba de disfrutar y eso hicimos.

¡¡¡ HASTA PRONTO!!!

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